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"El fotógrafo taurino sacrifica el dejarse llevar por el furor de una buena faena, para disparar en los momentos precisos que una suerte se llega a apreciar.El arte taurino es etéreo y efímero, y sólo manos y ojos muy expertos podrán capturar en el segundo exacto, la verdadera belleza de un vistoso lance, un enorme par de banderillas, una buena vara o un largo muletazo.
El gran colorido de la Fiesta, la hermosa variedad de suertes, el contraste de luces y sombras, el ángulo preciso y el instante más bello, sólo saldrán reproducidos en una fotografía realizada por manos profesionales".
José Antonio Esparza

La fotografía Taurina recoge momentos de la Lidia, plasma los segundos de arte, de majestuosidad, de grandiosidad de la fiesta, recoge en segundos en definitiva las excelencias del toreo. Toros y toreros son captados por el objetivo minuciosamente, segundos que han de perdurar en la vida.Fotógrafo lo es cualquiera, pero para ser fotógrafo taurino se requiere destreza y habilidad con la cámara, pero por encima de todo poseer esa sensibilidad que logra captar esos momentos mágicos y puntuales que te ponen la piel de gallina, plasmarlo en el papel y no cansarse de mirarlos.
Manuel Cruz Vélez Plata y Oro.com

quinta-feira, 22 de novembro de 2007

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